Un mal "tal vez"

Tal vez el mundo nos esperaba
con algo más que un frío invierno descosido
por las agujas de los labios rotos
sin un camino que andar
ni naufragar.
Tal vez esas copas de los árboles
que nos bebíamos
eran algo más que el elixir
que nos mantenía jóvenes
y vivos.
Tal vez estos recuerdos no deban borrarse
en un suspiro, ni en dos,
ni en las caricias en la espalda
de un desconocido que no eres tú;
por si vuelves.
Tal vez el tren que me llevaba a tu cuello
vuelva a buscarme,
a hacer trizas mis muslos
envueltos en murallas
de goma.
Tal vez la soledad me perdone
los delirios de encontrarte
en el horizonte de mis deseos,
en mis putos puntos cardinales
que son los tuyos.
Tal vez las noches no sean tan frías
sin ti,
y tal vez seas tú quien es puro hielo
sin mis noches
ni mis días.
Tal vez eres mi poeta de bragueta rota
y barba de siete vidas,
de las cuales gastó tres marcándose
en mis comisuras,
junto con tus besos.
Tal vez los senderos de los montes de tu pecho
tengan aún mis versos,
o los lunares de tu espalda se alineen
dibujando mi nombre
o mi sueño.
Tal vez, algún día, todas estas suposiciones
acaben, por fin, con el desatino
de mi existencia sin ti,
o que volvamos a enloquecer juntos,
tal vez.