18 enero, 2012

Hoy no es 18.

Hoy es día 18. Pero para mí, no es 18. Sólo es un día más que tachar en mi solitario calendario de 2012. Tan solo llevamos una hora de día, y ya lo he tachado. Porque para mí hoy no es ese día.
Sé cómo será hoy. Una noche larga en la que apenas podré dormir, que pasaré escuchando canciones que hablan de amores perdidos, personas no olvidadas de nuestro pasado, corazones rotos, cuerpos malheridos, dagas clavadas en el pecho y muchas lágrimas. O queen , que para el caso, hará el mismo efecto, o peor. Pasaré la mañana en clase, sin poder centrarme en los números, imaginando mi propio mundo de 18, 15 y 30; de septiembres, octubres, noviembres y diciembres; con alguien. Ese alguien a quien recordaré por la tarde, a pesar de mis vagos esfuerzos de mantenerme entretenida en cosas con poco interés. Ese alguien, que para mí no fue alguien, sino que fue la persona más importante que he tenido a mi lado en el último tiempo. Pero que ya no tengo. Que tal día como hoy, hace dos meses, le dije te quiero. De corazón. Porque de verdad le quería. Y, muy a mi pesar, le sigo queriendo aún.
¿Y él? ¿Se acordará hoy de mí? Aunque sólo sea una imagen fugaz con un atisbo de melancolía en su mente. O un pequeño destello de aquello que fue, cuando mire el calendario. O simplemente un mínimo síntoma de que me recuerda, y de que recuerda ese día que fue tan especial. ¿Se acuerda él de mí algún día? Pero especialmente hoy, porque un 18, hace dos meses, fue nuestro día. Y el último 18, fue su día. Aún recuerdo la cara de felicidad que puso cuando me vio desde la ventana... Y esa sensación que sentí de calor, aunque estaba plantada en medio de la calle a 3°C.
¿Se acuerda de mí en algún momento? No sé si me gustaría la respuesta... Estoy segura de que no se pasa la horas muertas pensando en mí, como hago yo. Aunque no lo hago queriendo. Por más que evito pensar en ello, es imposible. Cuando me levanto y salgo de la ducha, me felicito por no haberle recordado, pero acto seguido me doy cuenta de que recordar que no le he recordado es pensar en él. Y qué decir de que en clase sigo pendiente del móvil por si me llega un mensaje suyo. Aunque sé que ya no pasará.
Hoy es 18. No pasará desapercibido en mí, por mucho que intente negarlo. Pero sólo será un día, y mañana seguiré tan mal como hasta ahora, pero no peor de lo que será hoy, día 18.

No hay comentarios:

Publicar un comentario