20 noviembre, 2011

A.

Hace un día y 7 horas era la chica más feliz del mundo. Bueno, y sigo siéndolo. Y creo que seguiré siéndolo el resto de mi vida. Pero en ese momento, exactamente, algo pasó... Y fue uno de los momentos, si no el que más, más felices de mi vida. 
Él y yo sabemos por qué. Lágrimas de felicidad. Besos. Abrazos. Muchísimos "me encantas", y "eres perfecto". Algo tan pequeño, que puede hacerse tan importante. Justo ese detalle, en ese perfecto momento. Algo que habías soñado tanto tiempo, que te parecía tan abstracto e irreal, que creías que no ocurriría nunca. Alguien como él. No, alguien como él no, porque no hay nadie como él. Simplemente, él. 
¿Quieres saber cuál fue mi sueño hace unos días, el que no te quería contar aún? Creo que puedes imaginártelo... Fue exactamente lo que ocurrió ese 18 de Noviembre, ese día que ha dado tal giro a mi vida, que ahora no sé si estoy en las nubes, o esto es real. Es todo tan perfecto... él es tan perfecto... que hasta la palabra perfecto se le queda pequeña. Él, el culpable de toda mi infinita felicidad, de mis eternas sonrisas. Él, el que me hace llorar de felicidad, lo que nadie antes había conseguido. Él. Tal y como es, simplemente, él. 
Eso fue exactamente lo que soñé aquel día... Que me decías que me quieres. 

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