23 octubre, 2011

Motivos.

Muchas veces me han preguntado que por qué empecé a fumar. La verdad, nunca he tenido respuesta a esa pregunta. Empecé, y punto.
Lo que nadie me ha preguntado es por qué lo estoy dejando. Para eso sí tengo respuesta: Quiero vivir. 
Antes no tenía miedo a morir, me daba igual unos años más que menos. Pensaba que no habría nada en esos años que me faltarían que mereciese la pena. 
Ahora, me lo he planteado, y mi opinión es totalmente distinta. Le tengo miedo a la muerte, mucho. No me gustaría ver cómo mi vida se apaga como uno de los cigarros que fumo. Tan corto... Te quedas con ganas de más. No. Ahora, quiero tener una larga vida. Porque quiero pasar una larga vida con él. Hace que cada segundo merezca la pena. Por eso, no quiero desperdiciar ni uno solo, aunque sean de los últimos. No me imagino despedirme de él. Si cuando nos despedimos por un día, se me hace insoportable, no me gustaría hacerlo para siempre...
La verdad es que me gustaría, no sólo vivir una larga vida con él, sino vivir eternamente, una vida eterna juntos. 
Pero aún no se ha encontrado el remedio que nos libre de la muerte, que nos permita la eternidad. Así que, por ahora, aprovecharé cada momento que pueda estar con él. Porque me encanta estar con él, y no quiero dejar de hacerlo nunca. Tanto tiempo esperándole, como para dejarle escapar antes de lo previsto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario