Un trago por cada suspiro

Bienvenido a mis sueños,

pasa y sírvete, hay sitio para ti.

¿De qué color quieres el cielo?,

¿de qué sabor los besos?

Los tengo salados y alados

aunque, si quieres, te los robo a ti.

No mates monstruos por mí,

si ves uno, abrázame

y no hables,

no vaya a enamorarse.

Aquí los sueños luchan

por convertirse en realidad;

empuña la mejor espada, caballero,

que la guerra contra el espacio no es fácil.

Como escudo te presto mi corazón

para que te cuide y quizás tú

lo salves.

Bienvenido a mi mundo,

pasa, que vamos a jugar a un juego.

Se juega por parejas,

apostamos tres sonrisas a cada chispa

y, si ganamos, nos llevamos cinco besos.

Espera, antes de empezar,

¿te apetece una copa?

Cuéntame mientras

qué piensas cuando miras al mar,

de qué lado duermes

o dónde tienes las cosquillas.

Yo puedo contarte que en el amor

y la libertad,

de tu lado

y de los pies al corazón.

Bienvenido a mi vida.

Pasa, deja los miedos fuera,

que aquí reinan las ganas

y las ilusiones.

No te asustes por el desorden

pero procura no tropezar con mis tacones,

tienen un mal despertar

si pasan la noche bailando.

¿Y si volamos?

Tengo cerveza,

podemos echar un trago por cada suspiro,

a ver quién se emborracha primero.

Vamos, pasa y cierra la puerta,

no vayan a constiparse tus sonrisas.

Ponte cómodo

y, si quieres,

quédate.

Dedicado.