15 mayo, 2011

Conocerse.

Tic, tac... Hoy, me he parado a escuchar la música (sí, música, porque no creo que ese sonido tan relajante y tan sencillo sea simplemente un sonido) que hace el segundero de un reloj al moverse. Tic, tac.Me he sentado en el borde de mi cama y me he puesto la pequeña caja de música (el reloj) en la oreja, para escuchar mejor. estaba yo sola. Yo sola conmigo misma. Resulta que muy pocas veces podemos estar a solas con nosotros mismos. Vivimos en una sociedad demasiado ruidosa, demasiado escandalosa.

¿Escandalosa o escandalizada?

Tic, tac.

Escandalosa porque, vayas por donde vayas, a cualquier hora de cualquier día del año siempre va a entrar a nuestros oídos cualquier ruido que impida nuestra concentración para estar con nosotros mismos. Tic, tac. Porque, aunque parezca que no, para estar contigo hace falta concentración, no es algo fácil. Por eso mucha gente no se conoce, porque no tiene ni la concentración, ni la paciencia, ni el tiempo suficiente para adentrarse dentro de sí mismo y mirar qué hay.
Y escandalizada porque nuestra sociedad está llena de prisas, de ruidos, de humo... coches, paisajes para nada naturales. Sal a la calle, mira a tu alrededor. ¿Ves algo natural que no haya sido manipulado por el hombre? No me refiero a jardines, ni a árboles replantados. Ni mucho menos a edificios. Me refiero a campo. Libertad. Muy pocas personas gozan de ese privilegio.Tic, tac. ¿Quién no ha imaginado estar alguna vez tumbado sobre una manta en medio de un campo extenso, sin nada alrededor, ni luces, ni ruidos, ni casas...? Sólo tú y las estrellas de la noche. Te aseguro que no se puede apreciar la belleza de las estrellas hasta que no te quedas a solas con ellas. A solas, sin nada.

Tic, tac.

Igual que contigo mismo. No puedes apreciar tu verdadera belleza hasta que no hayas mirado dentro de tu ser. Mirar, sin que nada te distraiga. Mirar, atentamente. Mirar, sin preocupaciones. Mirar, y ver todo lo bueno que tienes y que nunca antes habias descubierto.

Mirar, pero mirar, observando. Tic, tac. Cada detalle. Tic, tac. Cada rincón. Tic, tac.

No hay comentarios:

Publicar un comentario